miércoles, 30 de noviembre de 2011

35- Museo de las C.R.I.

Acá, acá... eso ponelo por acá... la voz de Kika se escuchaba desde la puerta de la casa. Despacito entré, sin hacer ruido y allí estaban. Kika y Pedro, armando una especie de vitrinas hechas con... peceras? pero estos dos tienen cada idea! Los observé desde la puerta entreabierta sin que me puedan ver. Estaban de lo mas contentos los dos, acomodando algo que no llegaba a distinguir, pero veía muy bien que se trataba de unas peceras, unas puestas sobre una mesa, otras como apiladas, de modo de formar estantes... de dónde habrían sacado tantas peceras..? Ejem... permiiisooo... dije con cautela. Ah! pasá, pasá! justo necesitábamos alguien que nos cebe mate, pasá! Perdoname, che, dijo ella aflijida, no te vi en estos días y al final no te terminé de contar lo que estábamos haciendo con Pedro. Bueno, dije, en realidad nunca empezaste a contarme. La gallega me miró como si no entendiera, pero enseguida dijo: bueno, bueno... resulta que un tío de Pedro tenía acuario hace muchos años, y tenía guardadas un montón de peceras en su casa. Un día fuimos a visitarlo y charlando de eso se nos ocurrió! y ahora lo estamos armando! no está buenísmo?
Sin decir palabra miré a mi alrededor, a la vez que entraba despacio a la casa. Y?? qué te parece? me insistía, te gusta la idea?
Evidentemente no se trataba de peces, porque las peceras estaban puestas al revés, con el piso como techo, pero tampoco se entendía  la idea tan buena de la que hablaba la gallega. Sería simplemente de hacer vitrinas?
Dale, poné la pava y cebate unos mates, que nos falta poco. De un saltito volvió al lado de Pedro que estaba luchando con una tela que colocaba debajo de una de las peceras y se le corría de un lado al otro no pudiendo ponerla en forma pareja. Por las dudas decidí esperar para seguir preguntando, los veía tan entusiasmados... sobre todo porque imaginaba algun tipo de decoración o algo así, que de hecho me parecía que les iba a quedar completamente ridículo, y tenía miedo de ...Dale galle! dijo Pedro de pronto... traé las cosas que ya vamos a empezar a ubicar!
Con el mate en la mano me acerqué y entonces ví: una caja llena de objetos... antiguos? no se podría decir, porque hasta hace poco eran modernos. Eran objetos apenas viejos, cosas que todos hemos tenido y ya no usamos. Una cámara fotografica Kodak Instamatic; un cassette TDK; una lapicera 303; un vasito de los que llevábamos al colegio que se plegaba y entraba en una cajita... uy! qué lindo! atiné a decir, y todo ésto? Y... dijo la gallega, es hora de darle un lugar, no te parece? Con Pedro vamos a hacer un museo, un museo del barrio, con todas las cosas que tenemos por ahí y que ya no se usan, pero todavía son de nuestra vida, no? yo no las puedo tirar...(y al decirlo miraba con ternura un calzador de metal donde se podía leer Grimoldi), y capaz que a todos nos pasa algo así. Si, dije poniéndome a pensar por primera vez en eso, hasta hace poco eran cosas útiles...Ahí está! dijo ella festejando un hallazgo, escuchá Pedro! qué te parece este nombre: "Museo de las cosas recientemente inútiles". Pedro se dió vuelta y levantó el pulgar. Un cartel! decía la loca de mi amiga, necesitamos un cartel grande! y a invitar a todos los del barrio a traer sus C.R.I. ! Sus qué?! dije arrugando la cara, claaaro! decia Kika a los gritos, sus CRI sus Cosas Recientemente Inútiles... por qué siempre te tengo que explicar todo? dale, dale, andá a tu casa a buscar las tuyas!

jueves, 17 de noviembre de 2011

34-Kika tramando

Che, qué lindo día! ya empieza el calor, qué lindo!
Me la encontré de casualidad a Kika al dar la vuelta a la esquina. Casi nos chocamos, y me dió la impresión de que ella iba casi corriendo. Al verme me saludó como siempre, pero tuve la sensación de que el encuentro le había causado cierta incomodidad. Kika estaba radiante, tenía los cachetes rosados y brillantes, y un mechoncito de pelo le caía justo entre los ojos, haciendo su mirada más divertida. La miré con intriga. Algo le había pasado, pensaba, algo la había puesto tan contenta. No creía que solo se tratara del buen clima.
Estás distinta...dije con cautela, se te vé... se te ve muy muy contenta. Si? dijo haciendo hombritos, te parece? puede ser, es que me gusta el solci...Daaale gallega! la interrumpí dándole una palmadita en el pecho, largá... qué te pasó que estás así? Justo en ese momento nos cruzamos con Pedro, que traía una caja con un montón de cosas que parecían... no pude identificarlas... piedras... cartas españolas... cajitas... maderitas...
Ah! dijo él casi a los gritos, acá estás! Dale Kika, que se va a hacer tarde... dale, dale. Sisisisi! dijo ella queriendo irse atrás de él. Mi mano la retuvo con fuerza, y acercándome a su oído izquierdo le susurré: YA!! ME DECIS QUE ESTÁ PASANDO!
Pedro al ver que Kika no lo seguía se paró de golpe y la miró interrogándola sin decir nada. Ella le hizo un gesto con la mano como si dijera... ya no hay remedio, o algo así. Bueno, bueno, está bien... pero te lo cuento mañana. Ni loca! le dije mirándola a los ojos... qué estás tramando galleguita! no me dejes afuera!
Como un latiguito su brazo se soltó de mi mano, y con gestos de nenita traviesa salió corriendo, soltando unas risitas musicales. Yo me quedé parada mirándola de atrás, con un poco de risa contenida, quizás con un poco de envidia de verla en su juego, tan infantil, tan graciosa... Pero esto no queda así, me dije decidida, y pegué la vuelta.

martes, 8 de noviembre de 2011

33- Un día de éstos.

Ésta mañana salimos a andar en bicicleta con Kika. El día estaba hermoso, con un sol amarillo y un fresquito que acariciaba. Estábamos más que contentas, porque hacía como un año que queríamos salir a recorrer unas callecitas del barrio por donde nunca pasamos por falta de tiempo. Lo lindo es que por ahí casi no pasan autos, porque son calles donde hay algunas quintas, y no son de asfalto, así que se puede ir charlando y mirando tranquilas el paisaje.  Estaba pensando en eso, cuando...
Te acordás de esos programas que enseñaban a hacer dibujos animados? soltó Kika de la nada. Yo la miré como si viera borroso. Si, si! acordate! que había unos tipos que hacían muchos dibujos iguales pero con una modificación y después los pasaban rapidito, uno atrás del otro, y parecía que se movían.. Te acordás? Ah!, creo que si... quise empezar a hablar... Qué lindo que era eso! dijo la gallega olvidándose de mí, era como magia... un día de éstos voy a hacer un dibujo animado... Yo la miré incrédula, pero ella siguió, como si fuera lo mas natural del mundo. Había del pájaro loco, dijo achicando los ojos para recordar mejor, y no me acuerdo de quién más... un día de éstos voy a hacer la prueba... Vos sabés dibujar? le dije conteniendo una risita... Un día de estos... siguió ella ignorándome, viste cuantas cosas decimos que vamos a hacer un día de ésto? jajajaja! recién me doy cuenta.
Seguimos andando un rato en silencio. Sé de memoria que cuando Kika piensa en voz alta es inútil tratar de meter un bocadillo, porque no escucha, así que me decidí a esperarla.
Ché! me estás escuchando? sabés qué otra cosa me gustaría hacer un día de éstos..? Uy! mirá mirá esa flor! dijo parando la bicicleta. Yo estacioné al lado de ella y me quedé mirando. Si, realmente era una flor asombrosa. Qué será? pregunté en voz baja. Mmmm... había una planta igual en la casa de Natacha... eso me gustaría hacer un día de éstos, sacar fotos a las flores raras que encuentre por ahí... y también a los bichos raros... viste la cantidad de bichos raros y de colores que hay últimamente con éste cambio climático? Ah! y también hacer mermelada de mora... que no sé si será rica pero hay árboles de mora por todos lados, en la calle, en las casas... habría que aprovechar tanta mora y hacer un dulce... Y un día de éstos... tomarme un colectivo que no conozca y dejarme llevar... sin rumbo... continuó, sin hacerse problema por mí que estaba parada mirando cómo daba vueltas con los brazos abiertos... observándola... cómo se divierte barato esta gallega, pensé.
Un día de éstos... siguió, voy a hacer un barrilete! te acordás los barriletes?! me acompañás a remontar un barrilete? dijo volviendo a enterarse de que yo estaba ahí.
Ay! qué lindo, que lindo, que lindo!! Canturreó la gallega dando unos saltitos de júbilo. Se me ocurrió una idea fenómena! dijo enfocándome con su sonrisa infantil, un día de éstos...voy a empezar a hacer todo lo que tenía ganas de hacer un dia de éstos!
Dale, dale! dijo con voz chillona, subite a la bici que te juego una carrera hasta la esquina!.
Tardé un poco en reaccionar, por la sorpresa, así que cuando apoyé mi pie en el pedal, Kika ya había salido volando... un día de éstos... ésta gallega me va a matar.