sábado, 30 de mayo de 2009

23- La espera

Hoy, como todos los sábados, salí temprano para comprar unas medialunas para el desayuno. Casi todos los sábados me la encuentro a Kika por el camino, ya que para ir a la panadería tengo que pasar por la puerta de su casa, y ella también hace las compras a esa hora. Para ese lado me dirigía, cuando de lejos diviso a la gallega sentada en el escalón de su puerta, vestida todavía con pijama y bata, con la mirada perdida y con los brazos al rededor de sus rodillas.
Hola, qué te pasa?, le dije en voz baja. Kika levantó la cabeza y me miró, con unos ojos... como vacíos. Estoy esperando, me contestó. Y qué esperás?, pregunté bastante extrañada.
Silencio.
Largó un suspiro, y por fin aclaró: estoy esperando... que se me ocurra alguna idea.

jueves, 21 de mayo de 2009

22- Refranes

"Al mal tiempo, buena cara", dijo Kika mirando el charquito de lluvia que se había formado en la vereda. Sin dejar de mirar las gotitas, la gallega soltó una risita y siguió hablando: Podés creer que la gente tenga siempre un refrán para la ocasión? Cuántas pavadas que uno dice por día, no? Por qué tengo que tener buena cara, si tengo toda la ropa tendida y no se me seca por esta humedad? Ah! dije, con cierta ironía, pero... "lo que mata es la humedad". Kika levantó la cara y me dirigió una mirada de fuego. Vos también, che! Dejame de joder con los refranes! Ahora me vas a venir con que "al que madruga Dios lo ayuda"... y yo te digo, yo madrugo siempre y no siempre me ayuda Dios! Si, si, galle, pero... dije ya divirtiéndome, "no por mucho madrugar se amanece mas temprano"!
Al instante, de los ojos de Kika salieron flechas que se clavaron en mi frente. No te enojes, che, era un chiste! dije yo, pero ya era tarde. Demoré mucho en darme cuenta de que mi amiga no tenía un buen día, y todavía tiré más de la cuerda: A ver... cuándo lavaste la ropa? Ayer, me contestó seca. Ah, y seguro que la tenías sucia desde antes! Y... dijo pensativa, puede ser... Viste? dije entre risitas, "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".
Quedé sorprendida al ver que un montón de gotas voladoras salían disparadas desde el piso y me mojaban los pantalones hasta por debajo de la rodilla. Un momento después me di cuenta de que Kika había saltado en el charco con fuerza, y de ese modo me había salpicado dejándome media pierna derecha llena de manchas de agua sucia.
Ah!! dije, a punto de matarla, pero enseguida me detuve porque me di cuenta de que se había arrepentido. Perdón, dijo mirándome desde abajo de su gorro de lluvia, pero me dió bronca! Y ahora? dije entre enojada y confundida, qué hago? Estoy toda manchada Kika!
Y bueh... dijo ella. Vos insististe, viste? "Y tanto va el cántaro a la fuente..." Yo estaba enojada, y vos dale que dale. A ver si aprendés, que "más vale prevenir que curar", y al decirlo levantó un dedo como quien dice una máxima salvadora de la humanidad. Quise decir algo, pero... no paraba de hacerme en mi cabeza la siguiente pregunta: En qué momento se dieron vuelta los papeles? Cómo hizo esta Kika para ser ella ahora la que se ríe y yo ser la que empezaba a enojarme?
Sin decir nada empecé a caminar, para no seguir con ésto que ya no me estaba gustando. Atrás mío venía la gallega, en fila india para no mojarnos tanto y aprovechar los tolditos que nos cubrían un poco. Una cuadra, dos cuadras...
Che, ahora te vas a tener que lavar el pantalón, me dijo desde atrás. Sh! callate, Kika, alcancé a decir.
Otra cuadra y ya estábamos llegando. Ya podía ver la puerta de mi casa, donde tendría que volver a entrar, cambiarme, y volver a salir. Qué fastidio! Tenía ganas de decirle algo, pero sabía en lo profundo de mi conciencia, que era yo la que la había provocado, asi que...
En la puerta de casa, la gallega se acercó mas para despedirse, y me dijo: bueno che, no es para tanto... pensalo así: hoy lavar el pantalón no te conviene porque está lloviendo y no se va a secar. Así que... "Deja para mañana lo que debes hacer hoy" que a lo mejor mañana sale el sol, y las dos tenemos mejor cara. Qué te parece?
Pero esta no la termina, dije para mis adentros.

lunes, 11 de mayo de 2009

21- Juego de niños


Qué risa ver a Kika jugando en la vereda con los pibes del barrio! Lo más graciosos fue que yo venía caminando completamente distraída, y cuando doy vuelta a la esquina... qué me encuentro!! A la gallega con la piedra en la mano jugando a la Rayuela de lo más entusiasmada. Ella ni se percató de mi presencia, así que me quedé parada medio escondida detrás de un arbolito y la observé. No tardó en perder, porque tiró la piedra demasiado fuerte y fue a parar a la alcantarilla. Los chicos fueron corriendo atrás de la piedrita, pero rodó, rodó y rodó... y desapareció en una rejilla tomando un camino sin retorno. Después de ésto ví como todos se pusieron a buscar enseguida otra para reanudar el juego, mientras que la gallega corría hacia el kiosco y volvía con una coca, que se la fueron pasando uno a uno, como si fueran un equipo.
Cuando le tocó al mas chiquito (unos 6 años, más o menos), me quedé asombrada. El pibito no perdía nunca! Y cada tanto le gritaban algo, no sé si para ayudarlo o para distraerlo y hacerlo perder: "Dale Pepo", "cuidado, vas a pisar la raya", y así un rato largo. Ya estaba por el 8 cuando pareció haber pisado la línea. El ataque que le agarró a Kika! Que pisó, que no vale, que no importa si fue un poquito, que le toca a Tomás, que no vale, que pisó, que no vale... Ay! me dije, qué chiquilina que es esta gallega! Había muchas dudas entre los participantes, hasta que por fin se resolvió por votación por "va de vuelta", y, para el desconcierto de varios, Pepo salió triunfador.
Se procedió entonces a repartir los premios, me quedé mirando un rato más, porque me causó mucha gracia que fuera con premios y todo. El primero fue para Pepo, que se ganó tres fichas para jugar al metegol, el segundo eran dos fichas, que se las ganó un nene mas grande del que desconozco el nombre, y el tercero era un chicle Bazooca de tutti-frutti, que se lo llevó una nena, y se puso tan contenta que empezó a saltar por la vereda tarareando una canción que creo que era inventada.
Justo entonces, Kika me divisó atrás del árbol y se acercó:
-Qué haces che, querés jugar? Ahora empezamos otra.
-Nooo- sonreí- Yo ya no juego a esas cosas.
-Y por qué?
Me quedé muda un instante. No sabía ni cuándo ni porqué había dejado de jugar a la rayuela.
-Porque... porque... es cosa de pibes, dije incomodísima.
-Ah, no sé -dijo ella levantando los hombros- la Rayuela es mi preferida. Es la forma más divertida de llegar al cielo.

lunes, 4 de mayo de 2009

20- La comedia de Natacha

Donde estuviste ayer, que no te pude encontrar en todo el día? Le pregunté el domingo a la mañana a Kika. Estuve en lo de Natacha, me contó, fuimos para allá con Pedro a la tarde temprano y recién regresé a la noche, porque se hizo larga la visita. Ah, dije casi celosa, con razón... porque te quería invitar a ir a caminar un rato, viste qué lindo y soleado que estaba? Si, si, me dijo Kika un poco meditabunda, pero es tardamos en volver porque... esta Natacha... la verdad que a veces me preocupa un poco, porque cada día está mas despistada!
Mientras charlábamos íbamos caminando hasta la panadería, como todos los domingos, a comprar algo rico para desayunar, pero estábamos demorando bastante en llegar, porque a cada paso la gallega se detenía a juntar hojitas de los árboles y los iba guardando en la bolsa.
Mirá qué linda ésta, me decía cada tanto, tiene un poco de rojo y de naranja... me encanta. Y por qué decís que Natacha es tan despistada?, quise saber. Desde donde estaba, así en cuclillas, dió vuelta la cabeza y me miró con una media sonrisa. Qué, nunca te hablé de eso? Ah, bueno... te voy a dar un ejemplo, pero es solamente un ejemplo, eh? Porque siempre, siempre que voy a la casa pasan estas cosas, qué barbaridad! dijo, ya incorporada y tocándose la frente con una mezcla de preocupación y resignación, aunque seguía sonriendo como si un poco le divirtiera. Me contás Kika?
Bueno mirá, comenzó, desde que llegás a la casa empiezan los contratiempos. Tocás el timbre y entonces... nadie encuentra la llave. Desde adentro se escuchan gritos:

"Dónde dejaste la llave, Teodoro??"
"Qué se yo" dice Teodoro "la última que la tuvo fuiste vos!"
"Ya vaaa!! Che, que son Kika y Pedro, dale, ayudame a buscar la llave, que debe estar por ahí, donde dejaste la bolsa de los mandados!"

Jajaja! Bueno, Kika, pero eso es muy común que pase, muchas veces las llaves se pierden... Noooo, me interrumpió ella, pero en lo de Natacha es como un ritual!. Después, a encerrar al perro, que se llama Gofi:

"Gofi! vení para acá! Éste perro! Mirá cómo ensucia con las patas llenas de barro! Gofi! agarralo y encerralo! que la va a saltar a Kika y ya sabés que no le gusta!! Y las llaves???"

Bueno, todo así, hasta que por fin te abren. Entrás, y todo bien, porque Natacha y Teodoro son divinos, viste?, con ellos me re divierto y charlo hasta que no damos más, pero cuando vamos a tomar mate, empezamos con otra cosa. Se me ocurre decirle:

"Qué bombilla rara" porque era como de plástico... qué se yo.
"Si" entonces dice Teodoro "Esa bombilla es una mierda, cambiala Natacha!"
"No" digo yo "dejala así".
"Si, si tenés razón" me dice ella enseguida "esperá que tengo otra, pero es que Teodoro siempre las tapa".
"YOO???" grita Teodoro "A mí siempre me culpan de lo mismo. Cómo voy a hacer para tapar la bombilla? Esas son cosas que inventa ésta piba".

Mientras que la gallega me iba recreando este divertido diálogo, ya estábamos llegando a la panadería, así que entramos, compramos una docena de medialunas cada una, y salimos. Yo no quería que se perdiera el hilo de la conversación, así que insistí en preguntarle qué más había pasado. Bueno, siguió Kika, cuando por fin cambia la bombilla, nos sentamos a tomar mate. Le da un mate a Teodoro, y... adiviná qué pasa? No puede ser, le digo. No me digas que... Siiiii, dice Kika muerta de risa, sa tapó la bombilla!!

"Ves?! Te das cuenta?" Decía Natacha. "Este tipo siempre hace lo mismo, toma un mate y chau, hay que lavar la bombilla que es re dificil de limpiar, la verdad que no sé cómo lo logra".

La cuestión es que, se para Natacha, limpia la bombilla con esos cepillitos que hay, viste? Si, le digo recordando que tengo uno en casa y nunca lo uso. Mientras tanto Pedro miraba la escena sin decir nada, porque yo a Natacha la conozco de toda la vida, y ya estoy acostumbrada, pero a Pedro siempre le da la misma sensación. Me mira como diciendo "es increíble, acá siempre pasa algo", porque en realidad la cosa no termina ahí. Cuando vuelve Natacha con la bombilla destapada, el agua se había enfriado, así que saca el agua del termo, la pone a calentar y dice.

"Le cambio un poquito la yerba y...ya estamos, eh?"

Mientras tanto el perro se suelta, entra a lo loco a la casa y Teodoro que trata de atraparlo para sacarlo al patio... y cuando Natacha va a arreglar el mate...

"Es increíble!" dice ya riéndose de los nervios, "Nos quedamos sin yerba, Teodoro".

Ah bueno! dije yo ya muerta de la risa, pero Kika, esto es una comedia! Si, si, es una comedia, decía la gallega agarrándose la cabeza. Lo peor es que Teodoro ya estaba empezando a enojarse, porque es un tipo de pocas pulgas, viste? y Pedro ya no aguantó más y largó una carcajada que rompía los cristales. Y bueno, que le vas a hacer, tuvimos que salir a comprar yerba! Imaginate lo que tardamos en tomar mate! Y... se nos hizo de noche
Las dos nos reíamos por la calle al tiempo que llegábamos de vuelta. Nos despedimos en la puerta de la casa de Kika pero antes abrió la bolsita donde había guardado las hojas y empezó a revolverlas nerviosamente. Uh! estoy frita! me dijo con cara de desesperación, me parece que perdí las llaves!
Jajajajajaaajjjjjj! gallega querida! lo de Natacha es contagioso!!