Piedra, papel o tijera!
Kika: tijera
Yo: tijera
Piedra, papel o tijera!
Kika: piedra
Yo: piedra
Piedra, papel o tijera!
Kika: piedra
Yo: piedra
Piedra papel o tijera!
Kika: tijera
Yo: tijera
Diez minutos después...
Piedra, papel o tijera!
Kika: tijera
Yo: tijera
Esto no puede ser, no puede ser... dije a punto de entrar en desesperación. Sí que puede ser, dijo la gallega excitada en un mar de alegría... sigamos, sigamos... No, yo no sigo más, dije fastidiada como nunca, es insoportable empatar siempre, Kika. Así no se puede jugar! Y bueno! dijo ella abriendo los brazos de par en par, entonces... desempatá y listo! Pero no puedo, no ves? le dije mirándola a los ojos, vos adivinás todo lo que voy a decir! Kika cambió la cara cuando me oyó decir ésto, como si la hubiera recibido un insulto. Entornó los ojos, acercó un poco su cara a la mía, y susurró: Noooo! VOS sos la que siempre adivina (y VOS lo dijo acentuando la V con los dientes sobre el labio inferior), porque yo ya lo tengo pensado de antes, lo mío tiene una lógica... así que... como yo lo pensé primero, tenés que ser vos la que adivina. Si no querés empatar siempre... hacé tu juego!
La verdad es que me quedé muda. La gallega era de por sí alguien que te sorprende con sus salidas, pero ésto era demasiado. De dónde sacaba que yo le adivinaba el juego! Y además que si le adivinara el juego... podría ganarle, para qué iba a querer empatarle?!
Mientras yo pensaba todo esto, ella, con el puño cerrado, la otra mano abierta, por debajo del puño, esperaba la próxima contienda. Dale, dale, ahora no te achiqués, a ver si me podés adivinar esta vez... la última, dale, la última...
Bueh... dije sin saber bien qué hacer, e irremediablemente pensando en que esta vez sí que debía adivinar, para poder decir algo diferente, o si no... iba a empezar a creer en los fenómenos sobrenaturales. Cerré yo también el puño y...
Piedra, papel o tijera!
Kika: tijera
Yo: papel
Brrrrrrravo! dijo ella saltando de la silla con los brazos extendidos al cielo! Siempre me da resultado! Listo, las compras para el asado del domingo las hacés vos. Uff! qué difícil... seguía diciendo como para sus adentros... ésta vez sí que fue difícil...
Y yo... bueno, no entendí nada de lo que pasó... pero me quedé pensando en que era la primera vez que se decía la opción "papel", y que... el juego de la gallega es imposible de adivinar. Mejor me voy a hacer las compras, que mañana Pedro se ofreció a hacer el asado.
sábado, 22 de agosto de 2009
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29 comentarios:
Si habré jugado al piedra, papel o tijera! Eso si, nunca aposte un asado, porque no suelo tener suerte! Hermoso relato, como siempre! Un beso
Yo aunque vegetariana, voy igual, preparame una ensaladita Adri!
(de paso, le jugamos a Martin, y seguro le ganamos!!!!)ssshhhhhh....
Besitos de letras y Lente Adriiiiiiiiiiiiii
a mi me gusta repetir "ad infinitum" la misma opción: tijera-tijera-tijera-tijera y así (con vos no puedo jugar más)
Gracias Martín!
La próxima juego con vos, ya que a Kika no le puedo ganar.;)
Carina: Siiiiii! eso es lo que recién le decía! Por lo de vegetariana no hay problema! Asamos unos morrones, unas cebollas, y alguna otra cosa, y glup!
Ah! Marcelo! Vos sos peor que Kika, yo con vos no juego, gracias che, pero paso. X(
La gallega es una idola, tiene la frescura de los frescos, cero rollo.
Se te extrañaba!!!
Besos
MAGAH
Magnífico relato me encantó tanto que me dió pena no haberlo pensado yo antes.. uhmmm, encantadora Kika, te engañó de nuevo, con el inconsciente podías leerle te confundió y te ganó.. Otra mujer manos patas..
Sólo Kika puede empatar este juego. :)
Magah: Es verdad! los rollos me los hace a mí. Gracias por extrañarnos. Besos.
Jajaja, Ico, gracias, y gracias por lo de mujer manos patas, saludos!
Claudia: Si, no sé como lo hace, pero empatar te pone peor que perder. "_"
Tendrías que haber dicho "piedra"... para probar el fair play de la gallega. Seguro que hubiera pedido repetir, con tal de salirse con la suya..
Por cierto, ya he colgado a tu Sayid en el blog, Gracias por colaborar !)
jajaj...es un personaje Kika. De alguna manera ibas a tener que hacer las compras. Y, ¿quién lavó los platos?
Hombre Perplejo: Por las dudas no pongamos a prueba el fair play de la gallega... jajaja!
Gracias a tí, por considerar mi opinión como una colaboración, me encantó como quedó y la producción que has hecho. Un saludo grande.
Maracuyá: Noooooo los platos sí que no los lavé! ;)
Apuesto a que finalmente yo hubiera dicho "Asado" en vez de "Papel", porque siempre tengo hambre.
Pero Kika se me hubiera cabreado con toda seguridad
¡¡Pero qué decís!! ¿No sabés jugar?
Si mejor ve a las compras :) Cuando jugaba a piedra papel y tijera, si lo pienso bien, habia muchos empates.
Buen relato.
Besos
Hola JuanRa! Con Kika nunca sabes, o se cabrea o se mata de risa... pero eso sí, lo que quiere es salir ganando, y más cuando se trata de un asado!
Besos.
Tara: Ufa! Todos me mandan a hacer las compras! :(
Coincido con Caludia Paredes.
Se me viene a la mente las palabras del filósofo: "El empate es el conformismo del idiota... Somos hipermodernos."
Aún ante un juego moderno. Quizás el ser de la competencia sea uno de los pocos signos que anticipaban el exceso de la Era del Vacío.
No sé.
Me voy a ver la conferencia de Raikkonen. ¡Una buena para Ferrari!
Aqui habria que aplicar el viejo chiste del cura y la petaca,de todas formas mejor eso que el empate eterno,un saludo.
Gracias Yágoda por tu siempre bienvenido aporte filosófico!! Besos.
Severino el sordo: No conozco el chiste, cuéntalo por favor!!
Como no soy muy bueno en esto de contar chistes,copio y pego.
El sacerdote de un pueblo siempre llevaba consigo un regalo de familia, el cual apreciaba muchisimo. Una petaca de la cual , de vez en cuando, daba un trago.
El tonto del pueblo, que siempre había visto al Cura darle tragos a la petaca se encapricho de esta y como además de tonto era un pesado, siempre que se cruzaba con el Cura le decía:
- Señor cura, por favor, regáleme usted la petaca que me gusta mucho.
- Como voy a darte la petaca Juan... es un regalo de familia y como entenderás no puedo dártela.
Esto sucedía a diario, cada vez que el tonto se cruzaba con el cura le pedía la petaca y este siempre le contestaba lo mismo: que no podía, que se trataba de un regalo de familia al cual tenia mucho afecto.
Un día y otro y otro... y cada día igual, hasta que cierto día, el Cura, harto de soportar los ruegos del tonto accede y le regala la petaca para que le deje en paz de una vez.
Al cabo de unos dias, estando el Cura en el confesionario llega a confesarse la mujer más bella del pueblo. Esta le confiesa que ha pecado y que tiene un pequeño problema con una persona del pueblo.
- ¿De quien se trata hija? ¿Y cual es el problema?
- Padre, se trata de Juan, el tonto del pueblo.
- ¿Y que es lo que pasa hija?
- Pues que cada vez insiste más en querer follarme.¿Que puedo hacer padre?
- Pues hija... !!!!date por jodida¡¡¡¡.
Jajajaja, Severino! hay tontos que nos ganan como a tontos!
¿Qué pasa Adrianita? ¿No irás a dejar a estas dos apostando tanto tiempo?
¿ Por dónde andás ¿? escribe che..
Adriana, que te echo de menos. Dame señales de vida por mi blog!!
Feliz Navidad y próspero año nuevo.
Besos.
Me encantaron los diálogos entre estas dos, además cuando iba leyendo y me aparecía una pregunta, ellas la estaban haciendo... Muy inteligente como ud maneja el relato. Me ha gustado mucho. Um abrazo
Yo siempre papel. Ella siempre tijera. Así que ya ves, perdiendo casi siempre (en mi papel siempre habia un poema, en sus tijeras siempre soledad)
beso
Druida,
ADRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII............
Feliz año nuevo, Adriana.
Si estás bien dime algo ;)
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